Maloclusiones en el Infante
- biobiosalud
- 9 abr 2019
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El 70% de las maloclusiones dentales en los niños se debe a malos hábitos
¿Qué son los malos hábitos?
Hábito es la costumbre o práctica adquirida por la repetición frecuente de un mismo acto, que en un principio se hace en forma consciente y luego de modo inconsciente.
Los malos hábitos pueden alterar el normal desarrollo orofacial, produciendo deformaciones dentoesqueletales, además de problemas psicológicos, emocionales, de otros sistemas (respiratorio, digestivo) y de aprendizaje.
En Chile, la tercera patología odontológica prevalente son las anomalías dentomaxilares y la causa de su aparición se debe a múltiples factores entre los que destacan los malos hábitos con un 70%.
Algunos ejemplos son:
· Succión de la mamadera, de los dedos o un chupete, lápiz, etc.
· Respiración bucal
· Interposición lingual, que es posicionar la lengua entre los dientes al momento de tragar y hablar.
. Dormirse sin lavarse los dientes.
¿Qué consecuencias pueden tener en mi hijo/a?
Cuando las maloclusiones persisten pasados los tres años de vida, pueden generar anormalidades en el desarrollo cráneo-facial, permitiendo que el niño pueda tener alguna de las siguientes alteraciones:
- Mordida abierta
- Mordida cruzada
- Mordida vis a vis
- caries de temprana infancia
- entre otras.
¿Cómo lo evito entonces?
· Todos estos hábitos se transforman en malos una vez que el niño/a continúa con ellos pasados los 3 años de vida.
· Incorporar la higiene dental incluso antes de la aparición de las primeras piezas dentales.
· Prevalecer el cepillado dental como hábito.
· Regular el uso de elementos como el chupete y mamadera. Eliminar su uso a los 2 años.
· Visita al dentista al menos una vez al año, desde los 6 meses de vida, para detectar anomalías tempranamente.
· Evaluar los hábitos de nuestro hijo/a.
¿Qué debemos observar?
· Marcas en el borde del labio.
· Uñas irregulares.
· Pronunciación inusual de algunos fonemas (s,t,d, por ejemplo).
· Si el niño/a interpone la lengua entre los dientes al tragar/hablar.
· Lápices con marcas de dientes.
· Si el niño/a mantiene constantemente la boca abierta, amígdalas más grandes de lo normal o ronca.
· Si muerde extraño. Lo normal, es que al morder, los dientes superiores cubran a los inferiores, sin dejar espacios entre ellos.

Si tu hijo/a presenta alguna anomalía, ésta pueden tratarse por lo general con un tratamiento de Ortodoncia Interceptiva. Con este tratamiento el niño/a suele no necesitar un tratamiento de ortodoncia posterior.
Equipo dental Biobío Salud
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